¿Por qué nos tenemos que limpiar la cara?
Para conseguir una piel sana, necesitamos una limpieza de ésta. Si tienes tendencia a tener poros, conseguirás mantenerlos limpios y libres de grasa, evitando que se vuelvan negros.
"Limpieza para tod@s, mañana y noche"
Antes de acostarse es necesaria una limpieza profunda.
Durante el día nuestra piel está expuesta a la polución que nos envuelve, sin darnos cuenta, ésta se va ensuciando poco a poco. Al limpiarnos la cara, también eliminaremos el resto del maquillaje que no hemos podido eliminar con el desmaquillante.
¡Por la mañana también!
Ya que por la noche nuestra piel va eliminando impurezas o si utilizamos una crema de tratamiento eliminaremos los restos de ésta.
Al tener la piel limpia, tendremos de nuevo, una piel preparada para volver a aplicar un nuevo producto, ya sea antiarrugas, o hidratante, éste hará mayor efecto y penetrará mejor en la piel. Incluso si nos maquillamos obtendremos un aspecto más uniforme.
¿Cuál utilizo?
En Gel, en Pastilla, en Loción, en Mousse, encontramos limpiadores de texturas distintas, para escoger el que nos va mejor.
Normalmente optaremos por un limpiador espumante que se retirará con agua. Hay para todo tipo de pieles.
Éste es el más indicado para pieles grasas. De esta manera notaremos una limpieza más profunda de nuestra piel y evitaremos la aparición de puntos negros.
Para pieles secas buscaremos, los que son suaves y con efecto sobreengrasante.
A menudo nuestra piel no tolera los limpiadores espumosos que se retiran con agua, ya que nos dan una sensación de irritación o de más sequedad. Esto ocurre en pieles secas, deshidratadas, sensibles y algunas pieles mixtas.
Por éste motivo lo más aconsejable, es utilizar un limpiador facial que se elimine con algodón y que no necesite aclarado. Éstos también limpian en profundidad y no dejan la piel con sensación de tirantez.
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