Una piel sana es reflejo de una vida saludable. Para unos una piel morena y bronceada es reflejo de bien estar, aunque para otros una piel blanca impoluta también es reflejo de belleza.
Pero todas las culturas tenemos un misma distinción en común al reflejar una piel sana, es ese tono rosado de fondo o esos mofletes que reflejan salud y felicidad.
“Nuestro estado de salud o nuestra dieta también se refleja en el rostro”
En momentos en que no estamos al 100% o nuestra dieta no es de lo más saludable, en nuestro rostro se reflejan otros colores que hacen que nuestra piel no tenga una aspecto de vitalidad.
El color de la piel se debe a la luz que se refleja en ella, la luz reflejada depende esencialmente de la presencia o no de cuatro bicromos que forman parte de nuestro rostro: la melanina, los carotenoides, la hemoglobina y la oxihemoglobina.
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- La piel pálida.
Se refleja principalmente en personas con anemia. Es debido a una disminución de la hemoglobina en la piel.
Aunque hoy en día, con el estrés que llevamos, si nuestro estado anímico es bajo, también podemos llegar a reflejar una piel pálida.
- La piel Roja.
Si el aspecto de nuestra piel es de color rojo, no será sinónimo de salud.
Significa que hay un exceso de flujo capilar en el rostro. Hay un aumento excesivo de oxihemoglobina. Se asocia a personas con presión arterial elevada.
Aunque también asociada a cuando nos enfadamos que nuestra sangre esta en ebullición.
- Piel cianótica.
Un rostro con tonos azulados debido a la falta de oxigeno en la sangre. Se asocia a la hemoglobina reducida, aquella que no lleva oxigeno.
- Piel amarillenta.
Aparece debido a una dieta excesiva y rica en licopenos y carotenos: por ejemplo una ingesta elevada de zanahorias y tomates.
Aunque en épocas como primavera y verano tener una dieta rica en licopenos y carotenos es bueno, ya que nos protegen de los efectos nocivos del los rayos del sol y prepara nuestra piel para la exposición solar.
Los complementos vitamínicos que podemos encontrar en las farmacias, y publicitan que preparan nuestra piel para la exposición al sol son ricos en este tipo de carotenoides.
- Piel amelanótica.
Como su nombre indica sería una piel sin melanina. Se asociaría a una piel albina y a aquellas pieles que son muy blancas.
También se asocia a las culturas asiáticas, personas que difícilmente se exponen al sol y se obsesiona por blanquear su piel y obtener un rostro lo más blanco posible.
- Piel Cuperósica.
Aparecen alteraciones en la microcirculación de la cara, por lo que el rostro refleja una rojez casi de forma continua y en algunos casos puede llegar a ser permanente.
Afecta a bastante gente, la rojez se suele centrar región central de la cara como nariz, mejillas, frente y entrecejo.
- Conclusión:
Muchos colores en que la mayoría van relacionados al estado de salud, así que nada mejor que cuidarse por dentro, tu lo notarás pero los demás lo verán.
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