Hoy tengo ganas de explicaros una de mis aventuras por la selva de Tailandia.
Quién lo diría que una chica como yo, de lo más cosmopolita, se va a pasar tres días en medio de la selva.
"Pues después del viaje por Tailandia, fue uno de los mejores recuerdos que tengo"
Desconexión total, 3 días sin cobertura, sin electricidad, con una mochila a cuestas, con lo básico para pasar 3 días andando por la montaña.
Primero de todo conocimos el guía, una persona fantástica que en todo momento estuvo por nosotros, creo que gracias a él disfrutamos mucho más del treking.
Antes de empezar el viaje nos registramos en la comisaría, tienen un control de personas que realizan el treking por si hay alguna emergencia.
El Policía muy amablemente nos dio unos consejos... siempre van bien para algún turista despistado.
Empezamos....
Desde Chian Mai nos trasladamos a Mae Tang en 4x4.
El grupo, todos de ciudad, nos habíamos aseado y peinado para los 3 días en la montaña.. para estar divinas... jajajaja.
De repente nos paramos con el coche y andamos hasta una maravillosa cascada, debido a las lluvias el agua estaba marrón.
¿Quién no se resiste un baño en medio de una cascada en Tailandia? el paraíso, algo que a lo mejor no volverás a realizar.... pues ¡TODOS A L'AGUA!
Fantástico, después de ese baño perdimos los complejos, que si el pelo, que si vamos limpios, el olor etc.... fue una gran experiencia. Fue como nuestro bautizo para entrarnos en la selva. selva.
Llegamos al poblado de Show Karen.
En todos los poblados nos trataron super bien.
Después de andar todo el día, el baño era lo mejor del día aunque fuera con una manguera o base de cubos de agua.
La comida que nos preparó el guía todos los días fue fantástica, hasta nos preparo el “taper “ con envase biodegradable.
El segundo día descansamos en Shan Karen y al día siguiente nos fuimos a ver los elefantes.
Fue una nueva experiencia, sobretodo darle de comer y tener un poco de confianza en ellos.
Cosmetics&Go |
Por la tarde bajamos en balsa de bambú por el río Mae Tang hasta Lohu, una aventura que no olvidaremos.
Por suerte en el poblado nos recibieron como siempre con las mayores comodidades que nos podían ofrecer y que tienen a su alcance.
Para comer ¡tortilla! y nuestro rincón vegetariano.
El último día, la gran bajada con la balsa de bambú por el río Mae Tang, mucho más tranquilo
Una experiencia nueva pero que valió la pena, que para pasarlo bien y tener nuevas experiencias es más fácil de lo que imaginamos.
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